Generalmente una pérdida total se determina cuando el costo de la reparación rebasa del 50% ó 60% del valor comercial de la unidad (estipulado en el "Libro azul" o Guía EBC) si es el caso, el asegurado tiene derecho a decidir si acepta la indemnización por pérdida total o se repara la unidad. La pérdida total se declara en automático cuando el daño rebasa del 75% del valor de la unidad.